CRÉDITO. El estudio muestra que las mipymes -micro, pequeñas y medianas empresas-
no usan el sistema de crédito que ofrece el Gobierno, porque el interés es
exageradamente alto y hay muchos requisitos.
IMPUESTOS. Las mipymes comienzan el proceso, desaparecen porque no hay una estructura para que asuman la carga tributaria: casi un 40% de sus ingresos debe ir a impuestos. BANCOS. A pesar de que en Colombia el 96,4% de las empresas son mipymes, la política actual de financiación, comercio, innovación y formalización contribuyen a que, de cada 10 de ellas, 7 mueran durante el primer año. EMPLEO. La investigación de la UN propone cambiar radicalmente el panorama. Según la Encuesta Anual Manufacturera, el peso de las mipymes en el panorama es fundamental: representan el 96,4% de la industria del país, cerca del 63% del empleo, el 45% de la producción manufacturera, el 40% de los salarios y el 37% del valor agregado. En total, son 650.000 empresarios los que contribuyen al sistema de seguridad social. |
No creo
en la regulación como salida a estos problemas. El sistema bancario y sus
gerentes son expertos en adelantarse a las medidas jurídicas de regulación.
Son magos creando constantemente productos financieros que eludan la letra de
los códigos. Una reglamentación más compleja en nuestra cultura colombiana
significa contratar más abogados, más plata para los políticos y mayores ingresos
para los representantes que cambien de bando. Obviamente, mayores beneficios
para los secretarios y asesores de gobierno.
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¿Cómo
responder políticamente frente a esto?
asistencia, emprendimiento, micro finanzas. Su problema es que es un
callejón sin salida. Son estrategias de control social pero que no logran
"formalizar" el trabajo. Pero desde los sectores alternativos lo
fácil es hacerle el juego a eso, o cerrar los ojos y seguir soñando con el
obrero faro del mundo que se va a hacer la revolución. El mundo ha cambiado,
los trabajadores de hoy no son los de antes. Nuestro deber es buscar las
respuestas que correspondan a la realidad histórica que nos tocó vivir.
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Cuando el
consumo de las personas no está basado en los ingresos que subyacen del
empleo que solo puede generar la agricultura, la agroindustria y la
manufactura, sino que este consumo está basado en el crédito y/o la
especulación, la economía encuentra las crisis más frecuentemente. Mientras
más recursos se inviertan en especulación y consumo y menos en inversión productiva
de valor agregado, mayores serán los costos sociales y económicos para la
gran mayoría.
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Usualmente
las instituciones de crédito tradicionales, como bancos o cooperativas, no
dirigían sus créditos hacia las poblaciones más pobres, y estas solían
recurrir a los créditos de familiares, tenderos y prestamistas informales que
prestaban a tasas exageradas de interés, las mismas que rebasan la usura
notablemente.
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A través del microcrédito como
política, se introduce "al pobre" en el sistema bancario, en el
cual el dinero, que se supone se debe destinar a suplir las necesidades
básicas, tiene un costo, por lo que se debe pagar un interés (renta del
dinero). Este precio que se paga por el dinero tomado en préstamo, no es
nuevo, la tasa de interés le corresponde al "dueño" del dinero, que
en este caso es la banca privada, que igualmente sanciona al endeudado si no
hay una devolución programada y a tiempo.
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La mirada histórica de la propuesta de
las microfinanzas, con todos sus connotaciones negativas, permite comprender
una estrategia en curso, por medio de la cual el Estado también se desmonta
de sus obligaciones y la individualización del tejido social se torna en
realidad palpable. Se quiebran así solidaridades e historias de vida comunes,
y las resistencias colectivas se disipan en el deseo político, en el
"deber ser".
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Demasiadas falencias
presenta Actuar Famiempresas, se quiere meter en todo y sale con cajas
destempladas, pero los más afectados son quienes tenemos créditos allí porque
las tasas de interés están por encima de otras entidades que operan en
Colombia. Señores Banco de la República, por favor bajen las TASAS de
INTERES.
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Un caso más de Corrupción Ordenan captura internacional de Alvaro Jose Lloreda Caicedo y Otro Se buscan los Lloreda A mediados de diciembre pasado y en una pomposa ceremonia se llevó a cabo un publicitado matrimonio en Miami. Hacia las seis de la tarde, en la mansión del edificio Santa María de la Ciudad del Sol, contrajeron nupcias Carlos Jaramillo Madero y Marjorie Silebi Montero. Al evento asistieron más de cien invitados del jet set del sur de la Florida, y al son de las copas y un acreditado DJ, dos hombres de negocios condenados por la justicia en Colombia dentro del sonado escándalo de Foncolpuertos disfrutaron el evento. Se trata de los empresarios Álvaro José Lloreda y su hijo Jorge Alberto Lloreda Garcés, quienes fueron condenados el 28 de febrero de 2007 por el juez segundo de Descongestión de Penas de Bogotá. El operador judicial los sentenció a una pena de nueve años y medio de cárcel y una multa de $13.000 mil...
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